Compartieron en un chat de Exalumnos la página de Denuncias
Instituto Oriente (IO) en Instagram. Asuntos de acoso y abuso muy serios. Quisiera
aportar desde lo que yo conozco bien.
Es importante resaltar que se trata de un ejercicio de
reflexión de valorar los acontecimientos y convencernos de que no es correcto,
no debieron ni deben suceder este tipo de situaciones en el Colegio. Afortunadamente
los tiempos cambian y situaciones que antes eran “toleradas”, no deben serlo
más. Ojalá el IO y su comunidad, que recuerdo con tanto cariño, con sus lemas Militia
est vita y Ser para los demás y todas las grandes enseñanzas y experiencias que
vivimos con la mayoría de su personal docente y las largas y queridas amistades
que hoy me acompañan, sepamos enfrentar estos problemas que se han denunciado.
¿Para qué denunciar a El Capi tantos años después? Porque
aún resuenan esas ideas de que las mujeres no servimos para lo que conocemos
como STEAM (Science, Technology, Engineering and Mathematics). Muchas personas están convencidas de que el género es determinante para entender lo abstracto. Completamente equivocada esta idea. Y no
es solo quejarse. Es proponer. El Instituto Oriente debe contratar personas preparadas
que puedan enseñar estas materias en todos los niveles. Necesitamos más mujeres
en STEAM, nuestro país no se puede dar el lujo de desperdiciar la mitad del
talento de su población.
Nadie entre los excompañeros conoce mejor la situación de discriminación a la
que nos enfrentamos las mujeres en mi Generación porque soy la única doctora en
Matemáticas y una de las ocho “valientes” que escogimos el área de
Especialización en Ingeniería en el último año del CCH. Si mi memoria no me
falla, la generación anterior de Ingeniería tenía cero mujeres; la anterior una
mujer. Y todas tuvimos que soportar las leperadas de El Capi.
Tengo varios recuerdos de él pero voy a mencionar tres:
1. La práctica de conectar focos en serie y en paralelo.
Contexto: Llevamos al laboratorio tablas, alambre, soldadura y focos para hacer conexiones en serie y en paralelo. El Capi hacía agujeros con un taladro en la
madera para meter los tornillos que fijaban los alambres. Cuando terminábamos el
trabajo pasábamos a revisión y el ritual era el siguiente:
- ¿Sirve para la guerra? - preguntaba El Capi.
El alumno balbuceaba algo y El Capi aventaba la tabla, los alambres se salían y
se rompía.
Todo esto era muy gracioso para los que estábamos en clase,
menos para el alumno, o al menos su cara no era de alguien que la estuviera
pasando bien. Pero esto “nos hacía crecer” dice una generación que sufre de alcoholismo, depresión, ansiedad y ataques de pánico.
Aquí va mi historia: me formé en la fila para que hiciera
los agujeros en mi tabla y cuando llegó mi turno me ignoró. Me hizo a un lado.
Tomó la siguiente tabla y luego la siguiente y la siguiente, sin decirme nada.
Me fui a mi lugar y metí los tornillos en la madera sin la guía del taladro. Me salieron
ámpulas en las manos del roce con el desarmador y del esfuerzo. Esos tornillos
entraron con todo mi coraje e indignación ante lo que me acababa de ocurrir. Cuando
llegó el tiempo de la revisión, me preguntó, ¿sirve para la guerra? Y yo solo
me lo quedé viendo fijamente. Agarró mi tabla y trataba de zafar los alambres a
propósito con sus manos con fuerza pero los tornillos resistían. Porque habían
entrado en la madera sin guía, estaban súper bien agarrados, así que sí servía
para la guerra porque él no me había ayudado.
2. Problema de caída libre de un cuerpo desde una
altura h lanzado con una velocidad inicial v.
Esto puede ser un poco técnico, pero si uno resuelve la ecuación
a(t) =-9.8 m/s², obtiene una ecuación de segundo grado para la posición d(t). Por
lo que la ecuación d(t)=0 tiene dos soluciones para t y uno de los
tiempos suele ser negativo. Y yo me dí cuenta que la velocidad para el tiempo negativo coincide con la velocidad del tiempo positivo. Esa velocidad para la solución positiva es lo que llamamos “velocidad final”. Pero yo tenía una interpretación para el tiempo negativo. Geométricamente es fácil de ver
porque la trayectoria que describe el objeto es una parábola y es
simétrica. El análisis es mucho más sencillo con esta interpretación para el tiempo
negativo. El Capi nos enseñaba a descomponer el fenómeno en dos pedazos solo
considerando tiempos positivos. Un análisis cuando el objeto “sube” y otro
cuando el objeto “baja”. Y era un planteamiento más complicado.
Una clase preguntó que quién pasaba al pizarrón a resolver este
problema del libro de Giancoli. Yo levanté la mano para pasar y tenía una
solución muy sencilla usando las ideas que describí arriba. Yo estaba muy
orgullosa de mi solución. Cuando terminé me dijo: “Siéntate, está mal”. Yo le contesté que
estaba bien y me disponía a explicarle por qué y proseguí mi explicación en el
pizarrón. Entonces me empezó a gritar: está mal, cállate, siéntate, a ver que
pase sultanito a resolverlo. Estaba humilladísima, me fui a sentar a mi lugar entre las
risas de mis colegas.
3. Las revisiones de examen.
El Capi no te daba revisión de examen. Si tenías duda de tu
calificación, tenías que acercarte con X, Y, Z ó conmigo, eramos cuatro los elegidos
para revisar tu examen y verificar si en efecto estaba mal calificado. En ese
caso, el alumno podía ir con el profesor para hacer la corrección. Está de más señalar lo irrespetuoso de su actitud con los alumnos y decir que obviamente X, Y, Z eran
hombres.
Pero, Areli, ¿eso último que cuentas no está bien? Tu “te ganaste al profe” porque al final, pues tu sí eres una chingona. Siempre pensé eso. Hasta
que me empecé a acercar al feminismo, gente con mucha mucha paciencia que sacrificó salud mental para hablar conmigo,
explicarme con manzanitas y hacerme ver cosas que yo no veía.
En mi historia no les he platicado que yo tenía una ligera ventaja
en casa, mi papá es Ingeniero Electrónico (y también estudió Ingeniero Civil). Siempre estaba
para mí para discutir problemas y hacer experimentos, escolares y no
escolares. También tenía una matemática en casa. Mi mamá es doctora en matemáticas, y le gritaba: Mamaaaa, la derivada de x² es 2x, mientras hacía mi
tarea antes de comer e irme a la prepa por la tarde. Siiii, me respondía desde la
cocina. Yo
nunca le tuve “miedo” a lo STEAM. Siempre ha sido mi gran pasión. Pero no todas
las niñas tienen las oportunidades que yo tenía. Pocas llegaron a ese grupo de
Ingeniería. Pocas llegaron a estudiar Matemáticas. Pocas trabajan en STEAM.
Necesitamos ser más, motivar a las mujeres a aprender ciencia. Y no ayudan profesores poco éticos y poco profesionales,
como El Capi, que sigue siendo una "Institución" en la mente de muchos. No, no
está bien, amigos.
Para no terminar solo con mis historias que a algunos les habrán
sido aburridas y mis quejas que a muchos les parecen sin sentido, les invito a
todos y todas las que leyeron que piensen que lo que digo ES cierto. Es muy relevante reflexionar sobre la brecha de género hoy. Las
estadísticas están
aquí para consulta. Hay que cambiar esa parte del mundo que
no está bien sin destruir lo que hemos hecho muy bien. Estoy a sus órdenes para
cualquier asunto relacionado a lo anteriormente comentado o para apoyar propuestas
constructivas, que es el siguiente paso. Y voy a las propuestas.
Para los y las que tienen hijas, sobrinas, primas, amigas
interesadas en STEAM, les dejo ligas a grupos que se dedican a hacer
divulgación de ciencia y tecnología. Acerquen a las niñas a estas áreas. Dedicar
la vida a entender la naturaleza, el Universo y su lenguaje, las matemáticas, es
una de las actividades más estimulantes y satisfactorias a las que una persona puede
dedicar su única y corta vida. Finalmente se convierten en un mejor entendimiento
del mundo que nos rodea y por lo tanto, mejora nuestra calidad de vida. Muchas científicas
estamos comprometidas en que los ambientes cambien para las generaciones que
vienen atrás. Las matemáticas (y cualquier ciencia) es un oficio que todas podemos
aprender. No dejen que nadie les diga lo contrario. ¡Muchas gracias por
leerme!